28/04/2024

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Deuda pública: con equilibrio fiscal los números pueden cerrar

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Los pasivos de la Nación son manejables en 2024. Se puede complicar mucho en 2025

Los pasivos de la Nación son manejables en 2024.Se puede complicar mucho en 2025

Hace tiempo venimos explicando que Argentina no puede seguir gastando más de lo que recauda. Ya perdió el acceso al crédito internacional y la emisión monetaria para cubrir gastos operativos genera inflación, que perversamente castiga a las familias de menores recursos.

El déficit fiscal terminaría 2023 cercano al 5,5% del PBI (la sequía se comió mínimo 1% de recaudación) lo que representa un enorme desafío. En paralelo hay que lidiar con la deuda pública y en ese sentido el perfil de vencimientos es exigente pero manejable en 2024.

Tomemos al solo efecto del análisis los números proyectados sobre la base de lo que existe hoy, con un tipo de cambio oficial en $350 y los cepos ya conocidos. Igualmente, asumamos que partimos del mismo regimen tributario actual.

En un año sin sequía, el gobierno tendría ingresos adicionales equivalentes al 1% del PBI (cerca de US$4.850 millones). Eso nos daría, de arranque, un déficit primario de menos del 2% más la carga financiera del 2,5%. Más aún, si las exportaciones de los complejos hidrocarburíferos aumentan, incluso se podría pensar en un superávit primario. Esto facilitaría la convergencia hacia el equilibrio fiscal y mas aun superávit en el primer año del proximo Gobierno.

Las cifras de la deuda

El stock de deuda bruta supera los US$400.000 millones valuada hacia finales de septiembre de 2023 según fuentes oficiales. El nivel de deuda bruta sobre el PBI de Argentina estaría cercano al 90%. Pero si le restamos la deuda que está en manos de agencias del sector público, el ratio es muy inferior. No pareciera ser motivo para que el riesgo país este en 2600 puntos y los bonos coticen a precio de default.

Ahora bien, ¿cuánto tiene que pagar el país en 2024 por esta deuda?

El gobierno nacional tendrá vencimientos en pesos por aproximadamente $30 billones. De este total, alrededor de un 70% en manos de organismos públicos, por lo que no debería tener problemas con renovar deuda. Los restantes 9 billones de pesos se distribuyen a lo largo del año y son vencimientos similares a los que enfrentó el gobierno nacional con el sector privado en los últimos 4 años. Una situación manejable.

En dólares enfrentamos vencimientos por US$4.300 millones (intereses por US$ 3.100 y capital por otros 1.200 millones). De este total, hay aproximadamente US$ 1.000 MM que son pagos a otros organismos del sector público, de modo que restaría pagar US$3.200 millones al sector privado. Este monto es claramente accesible si pensamos en un año sin sequía, con aumento de exportaciones de hidrocarburos, superávit comercial y con el sector público ordenándose, cercano a equilibrio fiscal o superávitario, y más aún, con expectativas positivas.

Primer conclusión: parecería razonable considerar que el nuevo Presidente y su equipo económico tendrán tiempo para alinear las expectativas y buscar el superávit fiscal. En particular, dado que la deuda exigible en dólares (hard dollar) en manos privadas es reducida.

Pero, y siempre hay un pero, a partir del 2025 no sera tan fácil. Ese año nos enfrentamos con vencimientos de bonos en dolares por US$9.500 millones.

Segunda conclusión: Es fundamental aprovechar la ventana de 2024 para construir las bases necesarias para poder acceder al mercado de deuda voluntario en el 2025. A partir de ese año los vencimientos en dólares aumentan, por lo cual es importante que para dicho momento estén sólidas las bases de una macroeconomía saludable que permita administrar la deuda pública accediendo a los mercados voluntarios de deuda.

El Secretario de Finanzas deberá trabajar muy fuerte para poder interactuar y presentar los avances en materia fiscal a los mercados internacionales a partir del segundo semestre del 2024. Para eso, la reducción del gasto publico y definiciones de política económica deberán ser muy sólidas en los primeros seis meses del próximo gobierno.

Nota 1: El presente artículo no contempla las decisiones del BCRA en materia de: dolarización, competencia de monedas, desdoblamiento, pasivos remunerados, cepos y deuda privada con proveedores del exterior (ComEx)

Nota 2: No contempla cambios en materia impositiva que afecten la recaudación

Nota 3: No se contemplan pasivos ocultos tales como las deudas a beneficiarios de sentencias en las cortes internacionales. Hasta ahora, US$980 millones no apelables y US$20.000 millones apelables