San Lorenzo ganó, se clasificó a la Libertadores y mandó a Boca a la Sudamericana
3 minutos de lecturaSan Lorenzo guapeó, la metió y festejó: le ganó por 2-0 a Central Córdoba en el Gasómetro y se hizo un lugar en la Copa Libertadores. Por este resultado, está confirmado que Boca no jugará el torneo más importante del continente: disputará la Copa Sudamericana 2024.
Cuando el aura del pragmático y laburador Ciclón del Gallego Insua parecía destinado a cerrar el año con las manos vacías luego de una campaña que excedió ampliamente las escasas expectativas que generaba este humilde y acotado plantel, en el Nuevo Gasómetro volvió a aparecer la magia: Jalil Elías clavó un golazo sobre el final del primer tiempo y el Ciclón se metió en la Copa Libertadores 2024, el gran objetivo de la temporada y el único que le quedaba luego de la eliminación en la semi de la Copa Argentina.
Tuvo que sufrir un poco San Lorenzo en la segunda etapa a pesar de que al equipo de De Felippe le faltó potencia y desequilibrio en ataque para acercarse a sumar el punto que precisaba para clasificar a los cuartos de final. Aunque el cabezazo de Hernández le bajó la persiana al partido y desató la fiesta en las tribunas del Pedro Bidegain.
Con este resultado, el Ciclón amargó otra vez a Boca, como marca el historial entre ambos clubes, más allá de que fue de manera indirecta. Porque la victoria ubicó al CASLA en el cuarto puesto de la tabla anual, Godoy Cruz quedó quinto y el Xeneize, sexto, sin ninguna chance de jugar la Libertadores 2024.
Poco fútbol y mucha efectividad
San Lorenzo impuso las condiciones del juego desde su condición de local y por la obligación que tenía de sumar los tres puntos. Sin embargo, ese impulso inicial de San Lorenzo se esfumó desde el preciso momento en que el zurdazo de Gastón Hernández rebotó en el ángulo del arco de Mansilla. Iban apenas siete minutos cuando el equipo de Insua entró en un desorden de tanto barullo que Hernández casi le deja un penal en movimiento a Sanabria y Leguizamón dejó en el piso a la Roca Sánchez por un choque en el aire entre ambos. Por eso, el golazo de Elías fue una inspiración individual fuera de ese contexto, aunque también contó con el envión de los hinchas que exigieron desde las tribunas, con una proyección atrevida de Luján y con la lucidez de Barrios que lo vio llegar de frente a Jalil y le dejó la pelota servida para el remate.
Hasta ese momento, el Ciclón atacaba con pelotazos para Girotti, con centros, y apostaba por algún chispazo del Perrito Barrios. Pero no contaba con juego colectivo a pesar del compromiso de Marioni de pedir siempre el balón e intentar ser vertical. Tampoco le había dado resultado a Insua la ubicación más ofensiva de los laterales Luján y Braida, en esta ocasión con mayor presencia en el medio que en una línea de cinco en el fondo.
Es más, este adelantamiento le provocó un dolor de cabeza al CASLA porque Central Córdoba tuvo la chance de convertir luego de un centro desde la izquierda que Valdez definió desviado con el tobillo entrando solito por el segundo palo.
Fue llamativo que San Lorenzo haya quedado expuesto en defensa en los segundos 45’, porque justamente este equipo se ha destacado por la solidez en el fondo durante todo el año. Es cierto que la jugada que falló Sanabria como wing derecho fue provocada por un error de Hernández en la salida, pero el local quedó demasiado abierto en el medio y descubierto en los costados de la dupla de volantes Maroni-Elías. Además, no tiene en su ADN el control del juego desde la posesión, aunque sí cuenta por poder en el juego aéreo. Y justamente con esa fórmula el equipo de Insua se metió de cabeza en la próxima Libertadores. Se la sacó de la Boca a un histórico y familar adversario.