River, del tercer día de descanso a una vuelta que será diferente
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Hay cosas que suceden en el fútbol argentino que en otros países no se entenderían. ¿Puede la derrota de un equipo afectar positivamente a su clásico rival al punto de que hace prácticamente olvidar que perdió -y jugando flojo- un día antes? Un paracaidista sueco quedaría sin palabras, pero lo cierto es que acá sucede por la idiosincrasia y la pasión con la que se vive este deporte en este lugar: sí, que Boca no haya ganado la Copa Libertadores representó por lo menos un alivio para el clima interno de River, tanto en el plantel como en el CT y la dirigencia.
Así, en este contexto en el que el sol se vuelve protagonista luego de varios días nublados, los jugadores disfrutan del tercer y último día de descanso que les otorgó Martín Demichelis luego del 1-2 del viernes contra Huracán. Una decisión que había generado algunas críticas entre los hinchas en las redes, pero que luego de lo sucedido en el Maracaná casi que quedó en el olvido (es tan cierto eso como que River deberá mejorar en su juego, ajustar fallas que se vieron en los partidos más recientes y optimizar la planificación para la Libertadores 2024).
El próximo desafío
El plantel se volverá a entrenar este martes en el Camp, ya con la cabeza puesta de lleno en el partido del sábado a las 18.30 contra Central en Rosario. Uno que le representará un doble objetivo: por un lado, reencontrarse con su mejor versión en una cancha más que complicada, luego de juegos ante Gimnasia y Huracán en los que no pudo desplegar el fútbol que el DT pretende; y por el otro, sellar su clasificación a los cuartos de final de esta Copa de la LPF, sin depender de otros resultados.
