Javier Milei busca reducir el 60% de la estructura del Estado y monitorea las privatizaciones
3 minutos de lecturaJavier Milei está convencido de que el Estado debe ser reducido y en los últimos días se dedicó a explicarle a su propia fuerza el esquema que pondrá en marcha a partir del lunes, una vez que asuma el poder. «Los ministerios pueden funcionar con dos de cada cinco secretarías, subsecretarías y jefaturas», señaló el presidente electo en charlas internas con sus equipos y legisladores.
Esos cambios forman parte de la denominada reforma del Estado, uno de las principales «vigas» de su plan económico, aunque no integran el paquete económico de leyes que la semana próxima enviará al Congreso. La reforma legislativa incluye la Ley de Ministerios y las privatizaciones de empresas públicas. Los otros dos pilares son la desregulación económica y el Presupuesto.
Milei estuvo reuniéndose con cada ministro y repasando cartera por cartera. En su cabeza, el Poder Ejecutivo, las empresas estatales y organismos descentralizados, como ANSeS o PAMI, pueden funcionar con el 40% de su estructura. Hoy, según datos oficiales, la administración central alberga 307 organismos, incluyendo la jefatura de Gabinete, 18 ministerios, 106 secretarías y 182 subsecretarías.
La amputación de ravioles le quitará músculo al Ministerio de Economía, hoy el de mayor envergadura con 53 secretarías. Luis Caputo ya cubrió algunas áreas, como Política Económica, pero aún no encuentra voluntario para la secretaría de Hacienda, la encargada de pasar la «motosierra» sobre el gasto. Y en el Banco Central, todavía aguardan el desembarco de su socio, Santiago Bausuli.
Los equipos de la Libertad Avanza y Juntos por el Cambio estimaron en su momento que hay unos 3.000 cargos «políticos» o designados por las autoridades en el sector público nacional de una plantilla total de 342.000 empleados. «Hay mucho gasto discrecional, que se puede achicar sin aprobación del Congreso porque no tiene que pasar por el Presupuesto», aseguran cerca de Milei.
El borrador que elaboró Caputo prevé un recorte del gasto primario de entre 5 y 6 puntos del PBI para eliminar el déficit fiscal en 2024. La mira está puesta en la obra pública, transferencias a provincias, subsidios en energía y transporte, «privilegios» y empresas públicas. También creen que hay un gasto «político» por recortar, aunque su impacto en las cuentas sea ínfimo.
«Si vamos a pedirle a la gente austeridad, tenemos que empezar nosotros, no sería tanto ahorro, sino que no hay plata», explicó una fuente de La Libertad Avanza. El plan contempla la eliminación de ministerios -que ahora pasarán a ser 8-, de todas las jefaturas de Gabinete creadas para «colocar amigos», y de todos los equipos de análisis de políticas públicas que funcionan como «peaje».
Si bien el esquema en el que trabajó el futuro jefe de Gabinete, Nicolás Posse, «no toca en una primera etapa a los empleados», por estas horas la incertidumbre acecha en muchas áreas. El secretario gremial de ATE, Rodolfo Aguiar, estimó que un recorte drástico del Estado pondrá en riesgo el empleo de 62.000 trabajadores, si no se renuevan los contratos que vencen el 31 de diciembre.
Una de las carteras que Milei prometió cerrar es el Ministerio de las Mujeres, el de menor presupuesto ($ 81.000 millones) después de Cultura, otro que será eliminado. En otros casos, lo que habrá es un desmantelamiento, como se prevé que ocurra con las dependencias de la Secretaria de Comercio encargadas de los controles de precios, estudio de costos y defensa del consumidor.
El presidente electo también monitorea en forma «obsesiva» las privatizaciones, un capítulo sensible de la reforma que deberá pasar por el Congreso, y el proyecto de ley que desregulará la economía. Federico Sturzenegger lo diseñó para Patricia Bullrich y en las últimas semanas cada área identificó unos 3.000 procedimientos, restricciones y aranceles que serán modificados o eliminados.