En el paquete para sesiones extraordinarias Javier Milei enviará la “ley ómnibus” con reformas impositivas, políticas y más desregulaciones
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La iniciativa incluye cambios tributarios, modificaciones en el sistema electoral, reformas en la administración pública e incentivos para la inversión; regula otras temáticas como cultura y educación
Si el decreto de necesidad y urgencia (DNU) que promulgó Javier Milei esta semana impactó por su volumen y sus alcances, el proyecto de “ley ómnibus” que el Gobierno enviará al Congreso la semana próxima es todavía más pretencioso.
En el temario que el Presidente remitió a las sesiones extraordinarias -convocadas entre el 26 de diciembre y el 31 de enero- figura, en primer lugar, un “proyecto de ley de reforma de las funciones del Estado”. Ese título, que eligió el líder libertario, encierra una mega iniciativa que incluiría un cocktail de asuntos: desde la derogación de las PASO hasta un blanqueo de capitales; desde la modificación del Incaa hasta incentivos para la inversión privada en obras de infraestructura. El articulado se terminaba de ajustar en estas horas.
Este sábado, el economista Federico Sturzenegger, uno de los ideólogos de las reformas ultraliberales que está impulsando Milei, anticipó que lo que se enviará en los próximos días al Congreso es un paquete más “grande y sustancioso” que lo que se vio en el DNU. Detalló que el proyecto de “ley ómnibus” continúa con “la desregulación de la economía, la incorporación de libertades y en tratar de desarmar el sistema de castas”.
Según pudo reconstruir LA NACION, el proyecto incluye una reforma impositiva, cambios en el sistema electoral, más desregulación de sectores económicos, modificaciones en la administración pública e incentivos para la inversión, además de regular otras temáticas como cultura y educación.
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Respecto del capítulo impositivo, según trascendió, se incluiría un blanqueo de capitales y una moratoria de regularización de deudas con la AFIP por 120 días, además de modificaciones en bienes personales para simplificar las categorías. Estos puntos deben ser revisados por el ministro de Economía, Luis Caputo.
En este apartado Milei incluiría aspectos que idearon sus equipos técnicos en la campaña con la colaboración del estudio jurídico Bruchou & Funes de Rioja (donde se destacó el abogado tributarista Liban Kusa) con otras medidas solicitadas por su ministro. “El paquete fiscal que necesita Luis Caputo no puede ir por DNU, sino que va por ley”, explicó Sturzanegger.
La reversión de la última modificación del impuesto a las Ganancias quedará desagregado de la “ley ómnibus”. En el temario, Milei propuso tratar el tema con un proyecto aparte, una estrategia que persigue dos objetivos. Por un lado, permite un tratamiento más expeditivo. Por el otro, Milei da el mensaje político de que él no es el principal promotor del proyecto y se escuda en el reclamo de los gobernadores.
La última modificación del impuesto a las Ganancias, que había enviado Sergio Massa al Congreso con cálculo electoral, provocó una caída en la coparticipación. Ahora se bajaría otra vez el piso del impuesto, es decir, que más empleados deberán pagar el gravamen.
Milei (que siempre dijo que está en contra de aumentar impuestos) votó a favor del proyecto de Massa durante la campaña, pero ahora aceptó volver sobre sus pasos. Los gobernadores peronistas pidieron que, en lugar de aumentar la carga impositiva sobre el salario, hubiera una compensación a través del impuesto al cheque que recauda la Nación. Pero Milei rechazó esa opción para no afectar el déficit cero.
En el capítulo político, en tanto, se planteará la derogación de las PASO, una iniciativa que fue reclamada por algunos gobernadores y sectores políticos en los últimos años, pero que nunca llegó a tratarse. El proyecto de Milei también propondrá modificaciones en el financiamiento de los partidos políticos.
En el temario de extraordinarias, el Presidente requirió el tratamiento del proyecto de boleta única de papel que tiene media sanción de Diputados. Esa iniciativa replica el modelo de votación de Córdoba, que es bien visto por la Casa Rosada.
La parte económica del proyecto, contemplaría una fuerte desregulación en distintos sectores, como el minero y el petrolero. Además, se propondrá modificaciones en tres leyes para generar “seguridad jurídica” para grandes inversiones en infraestructura. Esto es porque Milei definió un parate en la obra pública y pretende que los grandes proyectos se ejecuten por iniciativa privada, con el Estado como un facilitador y no como un inversor.
Respecto a lo administrativo, Sturzenegger apuntó ayer a la “eliminación de los registros”. Se trataría nuevas modificaciones en los registros automotores y de propiedad inmueble.
En materia de cultura, Sturzenegger adelantó que buscarán que el financiamiento público no vaya directo al Incaa o al Instituto del Teatro -aclaró que no van a cerrar-, sino que la decisión pase antes por el Congreso.
“Necesitamos que la asignación de fondos no sea usada por la política”, justificó y siguió: “Con la ley de medios cobraron para financiar el Incaa, el Instituto del Teatro, que tiene unidades básicas en todas las provincias desde que el kirchnerismo y La Cámpora repartieron plata. ¿Cuánta plata? No sabemos porque era un chorro de guita que venía por un caño oculto”.
Pese al impacto que tuvo el DNU, muy cuestionado por distintos sectores políticos que consideraron que el Poder Ejecutivo se extralimitó en sus funciones, Milei acelera con sus reformas de shock. El líder libertario se exhibe empoderado por el resultado del balotaje y confía en los sondeos de opinión que le acerca su equipo y que lo ubican con una imagen positiva de alrededor del 60%. Intrépido, está decidido a invertir ese capital político rápido, al principio de su mandato.
