¿Dólar a 1.000 pesos y riesgo país de 3.000 puntos antes de fin de año?
5 minutos de lecturaLos dólares financieros alternativos volvieron a despertarse, lo mismo que el blue y marcaron nuevos récords. Qué puede pasar en tres meses?
Por Carlos Arbia
¿Hasta dónde llegará el dólar?, ¿cuánto más subirá la inflación?, ¿seguirá aumentado el riesgo país ante la fuerte expansión del gasto del Plan Plata Quemada y la incertidumbre electoral?
Es difícil saberlo. Lo que está claro es que frente a una fuerte emisión de pesos y una importante caída en la demanda de esos pesos -transaccional, depósitos a plazo, títulos en el mercado secundario, etc.-cuya contracara es una virtual dolarización no el escenario futuro es cada vez más complejo.
Por lo pronto, lo sucedido la semana pasada y lo que va de esta muestra que los dólares financieros alternativos volvieron a despertarse, y el dólar paralelo y el dólar CCL y el dólar MEP marcaron nuevos récords con un riesgo país que se acerca peligrosamente a los 2.700 puntos básicos.
Esto se tradujo en una brecha con el tipo de cambio oficial promedio del 140 %. Lo más preocupante que frente al tipo de cambio oficial clavado en los 350 pesos por dólar y esa brecha se podría seguir ampliando y obligaría a que después de la primera vuelta electoral del 22 de octubre Sergio Massa decida una nueva devaluación del peso frente al dólar similar a la del 14 de agosto pasado.
Si ese fuese el caso el valor del dólar paralelo luego de esa devaluación del peso que debería ser cercana a un 25 % se podría ubicar por encima de los 1.000 pesos.
El cálculo es muy fácil. Con una devaluación del 25% del peso frente al dólar oficial este pasaria de 350 a 437 pesos y si la brecha se mantuviese en el 140 por ciento el valor del dólar paralelo superaría los 1.000 pesos luego de las elecciones del 22 de octubre.
¿Dólar a $1000?: lo que puede ocurrir hasta fin de año
«Los meses que quedan por delante hasta el cambio de gobierno serán con seguridad más volátiles y dañinos pata la situación económica y social argentina que los que hemos vivido hasta el momento.
El escenario político de fragmentación en tercios de las PASO extendió la incertidumbre en lugar de acotarla. Massa está dispuesto a llevar al límite a la macroeconomía para asegurarse su lugar en el balotaje aun a expensas de incrementar la probabilidad de una mayor crisis hasta fin de año y de dejar una situación más difícil para un plan de estabilización en 2024» dice el último informe de la consultora Invecq.
El gran problema para este el gobierno y para el que venga después del 10 de diciembre es desbalance entre las reservas internacionales y los pasivos monetarios del BCRA.
Las reservas internacionales brutas hoy suman unos 27.000 millones de dólares en el mejor escenario estarían a fin de año en un nivel similar. El dólar para equilibrar los pasivos y las reservas estaría en $1.370 calcula el analista Salvador Di Stefano.
Ademas destaca que en materia financiera hay una situación delicada, la base monetaria ya suma $6,5 billones creciendo al 59,0% anual, y el stock de deuda del Banco Central $21,1 billones, creciendo a un ritmo del 154% anual. A este ritmo de crecimiento para fin de año la base monetaria podría ubicarse en $8 billones, y los pasivos monetarios en torno de $29 billones, esto implica pasivos monetarios por $37,0 billones.
En la actualidad, el sistema financiero tiene depósitos por $33,2 billones de pesos, de los cuales solo $12,6 billón se destina como préstamos al sector privado, un total de $22,1 billones se destinan a prestarle dinero al Banco Central vía leliq y pases.
Escasez de dinero para financiar al sector privado
Los depósitos en dólares suman u$s17.140 millones, de los cuales se prestan al sector privado u$s3.182 millones, quedan en encajes en el Banco Central u$s9.450 millones y el resto esta liquido en la caja de los bancos
Como se puede apreciar, en materia de pesos hay poco dinero para financiar al sector privado, y dado el esquema financiero actual no parece que las empresas están en un escenario financiero holgado, creemos que en los próximos meses tendrán poca oferta de crédito, y con tasas muy elevadas.
Di Stefano señala que Argentina necesita imperiosamente trabajar en el equilibrio fiscal, para ello el próximo gobierno, gane quien gane, no tiene otro camino más que eliminar una serie de subsidios a la economía, sobre energía eléctrica, gas, combustibles y transporte.
Esto podría llevar inevitablemente a un cambio de precios relativos en la economía.
En ese caso lo primero que habría que tenemos hacer es lograr equilibrio fiscal, para no seguir endeudando al Banco Central.
El stock de deuda del Banco Central se puede licuar con una devaluación, pero esto dejará un daño irreparable en la sociedad, toda devaluación trae aparejada recesión y una ola de familias que quedaran bajo la línea de pobreza e indigencia.
Tasas de interés
En cuanto a los depósitos en dólares, se nota claramente una alta liquidez, los bancos cuentan con disponibilidad de dólares para abastecer todos los vencimientos de plazo fijo en moneda dura del mercado.
Por otro lado el escenario internacional se complicó, el real que en Brasil cotiza por encima de 5 por dólar, el yuan se devaluó a 7,30 por dólar, la tasa de corto plazo en Estados Unidos se ubica en el 5,1% anual a 2 años de plazo y 4,7% anual a 10 años de plazo.
Estas tasas de interés comparadas con una inflación en torno del 3,7% anual nos muestran tasas de interés muy positivas contra la inflación.
«Pese a que, según el oficialismo, el objetivo es morigerar el impacto de la escalada de los precios internos en los ingresos de la población, estas medidas no son más que «pan para hoy, hambre para mañana»: sin lugar a dudas un «Plan Platita» cuyo costo fiscal ya trepa a 1,6% del PBI tendrá rápida filtración a precios, dada la situación macroeconómica y política actual» dice Di Stefano.
Al parecer para los meses que restan hasta fin de año, el escenario financiero no es amigable, las tasas de interés seguirán elevadas para las empresas que demanden dinero, y serán escasas para los ahorristas pero la gran preocupación es la suba de la inflación y del valor del dólar que por ahora no tienen techo.
COMEX