Más de 500 docentes piden volver ya a las escuelas: «Los daños pueden ser irreparables»
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Un docente en una clase vacía. EFE/ Paco Santamaria/Archivo
«Los daños pueden ser irreparables»: más de 500 docentes piden volver ya a las escuelas.
En los últimos meses, ante la falta de respuesta de las autoridades, los padres se organizaron para manifestarse a favor de la vuelta de las clases presenciales, que desde marzo continúan suspendidas en casi todo el país. Ahora son los propios docentes, muchas veces señalados en contra de la apertura, quienes expresaron la necesidad de recuperar el vínculo presencial con sus alumnos.
Quinientos maestros de todo el país firmaron una carta abierta titulada: “Hay que volver a la escuela”. “Veíamos que en todos lados decían que los chicos quieren volver, que los padres también quieren eso pero que los docentes no. Y no es tan así, no es el 100% de los docentes, somos muchos los que creemos que es necesario abrir”, le dijo a Infobae Sebastián Katz, uno de los docentes que escribieron la carta.
El grupo de docentes se gestó a partir del movimiento de padres organizados que desde septiembre piden por la apertura. Apoyaron las distintas cartas de las familias, acompañaron en las manifestaciones que se realizaron frente al Ministerio de Educación y sintieron que debían ser ellos quienes también elevaran la voz en el asunto.
Los educadores que firmaron el texto no se sienten representados por las posturas de los sindicatos docentes, en contra de que vuelvan las clases presenciales hasta que haya una vacuna. “No estamos de acuerdo con esa mirada. Y eso incluye a muchos docentes que están afiliados a algún gremio. Como también tenés docentes no afiliados a ninguno que están en contra de volver. No es lineal, eso”, explicó Katz.
Maestros de todo el país pidieron regresar a las clases presenciales. “Si pierden los chicos, perdemos todos porque son el futuro”, advirtieron
En las escuelas porteñas volvieron las actividades presenciales
La carta repasa razones por las que la vuelta a las aulas es imperiosa: el aumento de la desigualdad, la opinión científica que dice que las escuelas no son grandes focos de contagio y la sensación que atraviesa el propio personal docente. “Se están provocando daños que pueden ser irreparables”, advierte. “El esfuerzo que están haciendo muchos directivos, tutores, maestros, profesores, preceptores, personal administrativo y personal auxiliar es cada vez más difícil de sostener, en algunos casos hay un profundo agotamiento no sólo físico sino también psíquico y mental. Y lo más trágico es que pese a todo este esfuerzo hay muchísimos alumnos que permanecen desconectados de la escuela”.
A modo de conclusión, ponen el foco en los chicos: “La magnitud de la situación requiere un regreso a la presencialidad. Más allá del cumplimiento de ¨pactos preexistentes¨ que algunos hayan rubricado, todos debemos tener en claro que con las escuelas cerradas los chicos pierden, y si pierden los chicos, perdemos todos porque perdemos el futuro”.
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